La sonrisa
Cada mañana, es un comienzo, una oportunidad única e irrepetible de hacer que valga la pena estar vivo. Al relacionarnos con quienes nos rodean, percibimos que cada cual está inmerso en su propio mundo, cubriendo su tiempo con variados pensamientos, con grandes y pequeñas preocupaciones, corriendo una agitada carrera que envuelve y desgasta la simple vida. Sin embargo hay una forma de conexión , mas potente que cualquiera de las herramientas tecnológicas de comunicación que están a nuestro alcance, una llave maestra que abre un espacio mágico entre dos seres humanos, simple y poderosa” la sonrisa”.
La sonrisa inspiradora, agradable y sana, requiere de un cuidado especial y profesional. Al nacer los dientes son parte del proceso normal en el desarrollo del niño, al llegar a la adolescencia observamos como el adulto en crecimiento muestra una gran preocupación respecto a su aspecto físico, se suma la presión social y es en este periodo cuando esta motivado a que se le realicen cambios para mejoría de mal posiciones o afecciones dentales generales.
Al pasar la adolescencia, se reconoce como parte de la seguridad y del desarrollo de una solida autoestima , a la posibilidad de sonreír con libertad e intensidad, exhibiendo una agradable apariencia dental y una adecuada higiene oral. Estos resultados se logran por medio de la evaluación y control de un profesional odontólogo sumado al cuidado regular de la boca, sin mayores complicaciones
Cuando pasa el tiempo y llega la edad adulta, se necesita atención continua y profesional pues se hacen evidentes nuevos problemas asociados con: estrés, dieta, descuido o rapidez en la limpieza de dientes y encías, presencia de hábitos parafuncionales como apretamiento o bruxismo y de manera importante, la evidencia de un gran numero de microorganismos que conviven normalmente en la boca y que bajo diversas condiciones locales y sistémicas pueden tornarse en elementos activos y agresivos. Esta combinación de factores puede causar inflamación e incluso perdida del soporte dental a nivel del tejido óseo, participando en diferentes estados de enfermedad en el cuerpo.
Estas entre otras condiciones pueden conducir a la perdida dental. La afectación es física y emocional: se disminuye la confianza, se altera la función de masticación, la manera de hablar y en general esta perdida conduce a la perdida de la apariencia estética.
En la actualidad existen diferentes recursos para reemplazar las piezas dentales y los tejidos perdidos, tratamientos como implantes, regeneración de tejidos entre otros crean soluciones y niveles de satisfacción bien probados, sin embargo no olvidemos que dichos tratamientos requieren de esfuerzo, tiempo y dinero.
Al pasar los años entendemos la preciada perdida y la situación nos obliga a intentar recuperar una sonrisa sana, agradable y sin inhibiciones.
El Servicio de Odontología Avanzada del Hospital Metropolitano de Santiago SOA- HOMS, cuenta con el grupo profesional y los recursos tecnológicos para devolver la sonrisa a tu rostro.